La tormenta que azotó Argentina durante la tarde del 16 y la madrugada del 17 de diciembre dejó a su paso daños incalculables, víctimas fatales y numerosos heridos, según informes presidenciales. Ante la emergencia, el presidente argentino, Javier Milei, se trasladó el domingo a la zona más afectada para evaluar la situación.
Incluso la emblemática escultura de acero inoxidable, conocida como la Flor de Recoleta y donada en 2002, con una altura de 20 metros y un peso de 18 toneladas, valorada entre US$ 4,5 y 6 millones, sufrió daños en uno de sus pétalos debido a vientos de hasta 137 kilómetros por hora.
Este evento climático, pronosticado inicialmente por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) con alertas de vientos del norte a 20 km por hora, sorprendió al ascender dramáticamente a vientos de 140 km por hora en Bahía Blanca y 130 km por hora en la Ciudad de Buenos Aires, causando daños incalculables e invaluables.
El intendente del municipio Bahía Blanca, Federico Susbielles, informó que los fuertes vientos y precipitaciones resultaron en 13 víctimas fatales y decenas de heridos al colapsar el techo de un pabellón del Club Bahiense del Norte durante una competencia de patinaje el 16 de diciembre.
La ciudad de Buenos Aires, una de las más afectadas
En la madrugada del 17 de diciembre, la Ciudad de Buenos Aires vivió una tormenta que derribó una tarima en Palermo, donde se llevaba a cabo un evento. Esto provocó la evacuación de personas, resultando en 15 heridos trasladados a los hospitales Fernandez, Rivadavia y Durand, con pérdidas materiales lamentables.
El área de Seguridad porteña reportó 544 llamadas a la línea de emergencias (103), detallando que 363 fueron por árboles caídos, 67 por árboles a punto de caer y 45 por árboles sobre vehículos.
El Ministerio de Salud de CABA confirmó que las víctimas fatales ascendieron a 14 el domingo, con una mujer perdiendo la vida en Moreno después de que una rama de gran tamaño cayera sobre su vehículo. Las calles de Buenos Aires quedaron gravemente afectadas, dificultando la circulación con escombros y árboles caídos.
Los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque Jorge Newbery sufrieron daños significativos, con vuelos demorados y cancelados, así como desvíos y daños en la infraestructura. El ENRE registró fallas en el suministro eléctrico de Edesur y Edenor, dejando al menos 500 mil usuarios sin servicio.También se volaron techos de algunos hangares y hubo daños en los aviones estacionados. En redes sociales se hicieron virales videos que mostraban aviones y rampas movidos por las violentas ráfagas de viento.
Facundo Escalante es residente de Carlos Paz, sector ubicado en la Provincia de Córdoba, y cuenta que su vivienda quedó al descubierto tras el paso de este fenómeno natural: “he perdido todas mis pertenencias, después que pasó lo que parecía un huracán comenzaron fuertes lluvias que arruinaron todo lo que se encontraba dentro de la vivienda que habitó, aún los propietarios de la casa no han tomado la decisión sobre la reparación del inmueble“, contó Facundo.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, Argentina se mantiene en alerta naranja. El meteorólogo Gerardo Barrera sugiere que este evento natural está estrechamente asociado a los fenómenos de “EL NIÑO”.