El secretario de economía mexicano Ildefonso Guajardo manifestó que las conversaciones bilaterales para la modificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) están en su fase final. Un día antes, Donald Trump manifestó que se estaba gestando un gran acuerdo comercial con México:
Las conversaciones ya llevaban algunas semanas debido a los grandes desacuerdo entre los gobiernos frente a temas como el capítulo energético y la manufactura automotriz los cuales contradicen las políticas proteccionistas promovidas en Estados Unidos desde 2016.
Por ejemplo, el gobierno norteamericano aceptó mantener el arancel de 2.5% a las importaciones de autos mexicanos, con la condición de que sean producidos en fábricas ya existentes y no se cree un mayor infraestructura en el sector, con el objetivo de mantener e incrementar los trabajos en el sector automotriz en Estados Unidos.
Sin embargo, el TLCAN también involucra a Canadá, con quien Estados Unidos ha tenido grandes tensiones comerciales en los últimos meses debido a la imposición unilateral de mayores tarifas a productos canadienses, por lo cual se espera que haya un lenguaje mucho más diplomático para afrontar el último paso de la negociación trilateral al incluir a Canadá en el acuerdo.
Este anuncio no sólo significa grandes modificaciones en las dinámicas económicas de estos países y del continente, sino que también indican que las relaciones políticas entre el presidente Trump y la nación latinoamericana estarían mejorando después de las largas disputas por el lenguaje explosivo que utiliza Trump contra los latinos, especialmente en lo relacionado con la construcción del muro fronterizo.
Se espera que el presidente estadounidense se pronuncie a las 11 de la mañana (horario del este de EEUU).