La mayor empresa manufacturera de autos de Estados Unidos, la histórica General Motors (GM), anunció este lunes que cortaría la producción de 6 de sus modelos más emblemáticos y dejaría de asignar producción a 5 de sus fábricas debido a la poca demanda de sus vehículos y la intención de enfocarse a los modelos eléctricos, según informó la cadena de noticias Reuters.
Específicamente, los modelos que dejarán de ser producidos serán el Impala, Cruze y Volt de Chevrolet, el LaCrosse de Buick y el CT6 de Cadillac.
El plan de reestructuración es el primero desde la crisis financiera de 2008, desde entonces la compañía había tenido un periodo de gran crecimiento, debido a las exenciones tributarias y subsidios otorgados por parte del gobierno federal.
Las plantas afectadas están ubicadas en Ohio, Michigan y Ontario (Canadá), dejando en incertidumbre a al menos 14.000 empleados, aproximadamente el 15% del total de sus empleados y al 25% de los ejecutivos para diciembre de 2019.
Las reacciones por parte del sector político estadounidense y canadiense no se hicieron esperar. Donald Trump manifestó su intención de terminar los subsidios a la compañía, twitteando: “E.E.U.U salvó General Motors, y esto es lo que conseguimos como agradecimiento… estamos buscando cortar todos los subsidios a GM incluyendo los direccionados a los autos eléctricos”, cuestionando por qué la compañía cerraba sus plantes en norteamérica y no en México o China.
De la misma manera el Primer Ministro Justin Trudeau se manifestó ‘decepcionado’ por la decisión de la compañía, señalando las graves afectaciones a las miles de familias canadienses.