En los últimos meses diferentes agencias estatales y federales de los Estados Unidos han empezado a regular las actividades de creación y comercialización de criptomonedas.
Entre los diferentes estados ha habido opiniones diferentes frente al tratamiento que deberían tener estas por parte de los entes de control, siendo algunos más amigables a la idea de considerar a las criptomonedas como una medio de intercambio válido.
Por ejemplo, estados como Louisiana y Florida han designado encargados para facilitar y promocionar llegada de criptoinversores, mientras Nueva York y Washington han decidido cobrar impuestos e imponer altas regulaciones que restrigen el libre uso de estos activos.
Ahora ha sido Texas, un estado históricamente favorable a las criptomonedas, quien ha impuesto regulaciones por medio del Texas Money Services Act, que considera las transacciones que involucran estos activos como transmisión e intercambio de dinero y no como transacción monetaria, lo cual implica que los activos no serán reconocidos como moneda de cambio común.
Específicamente, el acta divide las criptomonedas entre centralizadas y descentralizadas, dando a las primeras una consideración especial para ser reconocidas como dinero, lo cual implica que necesitarán una licencia especial para ser creadas y comercializadas.
Esto afecta específicamente a los activos virtuales cuyo valor está ‘anclado’ al dolar’, como es el caso de Tether.