Las criptomonedas han sido noticia en los últimos años debido al incremento exponencial de su red de usuarios e inversores, pero ahora también por su papel en la derrota del Estado Islámico, la mayor amenaza a la seguridad global de los últimos años.
Amir Taaki, uno de los desarrolladores del bitcoin y el creador de Dark Wallet, decidió unirse en 2015 a las milicias kurdas en el norte de Siria quienes posteriormente derrotarían al Estado Islámico en Raqqa.
¿Pero cuál fue el papel del Bitcoin? Bien, pues a pesar de tener el apoyo de Estados Unidos y Rusia en su lucha contra el Estado Islámico, los kurdos estaban bloqueados comercialmente por Siria y Turquía. Fue ahí donde, con la ayuda de Taaki, empezaron a utilizar Bitcoin para sus transacciones comerciales y su campaña de recolección de fondos (coopfunding.net/es/campaigns/feed-the-revolution/) para evitar el embargo.
La ideología de las milicias kurdas, quienes ya crearon un territorio independiente llamado Rojava, tiene muchas coincidencias con las ideas fundadoras del Bitcoin: libertad de comercio, democracia directa y libre expresión, que sumado al feminismo y respeto a las minorías que proclaman los kurdos, están creando un experimento exitoso de paz entre los diferentes pueblos que habitan Rojava.
Taaki ha manifestado su intención de seguir contribuyendo a proyectos políticos alrededor del mundo brindando asesoría para el uso de criptomonedas y blockchain, aunque se ha mostrado desilusionado con el estado actual del proyecto Bitcoin al considerar que las ideas de libertad y privacidad que motivaron su creación se han perdido debido a la especulación sobre ella.