El delicado equilibrio que garantiza el control del mercado mundial de la producción de crudo por parte de los países pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo se ha visto en peligro debido al particular incremento en la producción petrolera brasileña de los últimos meses.
En total, el país suramericano elevó su producción diaria en 365.000 barriles adicionales al día gracias a la apertura a inicios de este mes de la plataforma P-67 perteneciente a la estatal Petrobras, un buque ubicado a 260 km de Río de Janeiro.
Esta instalación es tan grande como una cancha de futbol y hace parte de un proyecto que contará con 3 plataformas adicionales para finales de este año, lo cual elevaría aún más su producción que ya llega a los 2,7 millones de barriles al día, cifras similares a las de productores históricos como Irán y Kuwait.
Los países miembros de la OPEP habían logrado llegar a una acuerdo el año pasado para disminuir su producción conjunta en 1,2 millones de barriles al día, con el objetivo de aumentar los precios internacionales que cayeron en picada en 2014 y que han logrado poco a poco recuperarse.
Para esto estaban siendo beneficiosas las sanciones de Donald Trump sobre Venezuela e Irán que encarecía el producto en el mercado y aumentaba los precios.
Este jueves, por ejemplo, la cotización West Texas llegaba a los USD $57,5 mientras el Brent llegaba a los USD $67,2, cifras lejanas a los USD $30 que alcanzó en 2015 y que desencadenó una crisis en los países en desarrollo.
Sin embargo, el plan del ‘cartel’ de países exportadores se ve en peligro con al aumento de la producción brasileña, además de la norteamericana, quienes planean aumentar su producción en 84.000 barriles diarios. ¿Logrará la OPEP equilibrar el mercado global?